lunes, 26 de noviembre de 2012

ALEXANDR BLOK: LA POESIA SIMBOLISTA RUSA. Reseña biográfica

En el último post habíamos comenzado a introducirnos en la figura de Alexandr Blok, por ello a continuación vamos a hacer referencia al prologo de una interesante traducción de sus poemas dedicados a Italia. Se trata de la primera traducción a dichos poemas y por tanto este material resulta muy atractivo y didáctico para los lectores de habla hispana imposibilitados de tener acceso directo a la lengua rusa. La introducción, las notas y la traducción toda son obra de: Luciano Bertone y la editorial es: Academia Editorial del Hispanismo (de allí hemos rescatado la fuente).

Alexander Alexándrovich Blok (Petrogrado, 28 de noviembre de 1880 – Petrogrado, 7 de agosto de 1921) está considerado como el poeta más interesante del movimiento simbolista ruso, además de ser un renovador en cuestiones de métrica. A este respecto, hay que decir que existió una importante implicación del movimiento simbolista ruso en las ideas que florecían en la Europa Occidental durante aquella época. No era la primera vez. De hecho, la literatura rusa se ha caracterizado a lo largo de la historia por su interés hacia la Europa Occidental, especialmente en el terreno de la poesía, que se había visto revitalizada en varias ocasiones gracias a este contacto con la vanguardia europea. 
Uno de estos momentos decisivos, que supuso una verdadera revolución, aconteció a principios del siglo XIX, cuando el movimiento romántico llega a Rusia de la mano de Alexander Pushkin, nombre ligado de manera indisoluble a la llamada Edad de Oro de la poesía en Rusia. Pushkin había elevado la lengua a un nivel poético nunca hasta entonces alcanzado, con una poesía de gran musicalidad, en la que se aunaba la vanguardia romántica francesa con el amor por lo propio, para ejercer de esta manera una influencia que perduraría a lo largo del tiempo en la literatura rusa posterior.
Los últimos años del siglo XIX constituyen la denominada Edad de Plata de la poesía rusa, la cual da origen al movimiento simbolista, que deja de lado las tendencias realistas características de los años anteriores, sobre todo en la novela, con Tolstói, Dostoievski y Turguéniev, para trasladarse al espacio del mito y del misticismo simbolista. El escritor Viacheslav Ivanov expuso las bases teóricas del movimiento. Es una etapa en la que se renueva el interés ferviente por la Europa Occidental, pues el simbolismo había sido creado y cultivado en Francia desde mediados del siglo XIX. En Rusia, Blok se erigirá como el mejor y más puro representante de esta corriente, comparado incluso con Alexander Pushkin.
Blok nació en la “Casa del Rector” de la Universidad de San Petesburgo. Su padre era A. L. Blok, jurista y filósofo, profesor de la Universidad de Varsovia. Su madre, Alexandra Andréievna, era escritora de relatos para niños y traductora, hija del famoso botánico A. N. Béketov. Comenzó sus estudios en el Liceo Vvediénskii de San Petesburgo en 1891, e ingresó en 1898 en la Facultad de Jurisprudencia de la Universidad de esta ciudad. En 1901 pasó a estudiar en la sección eslavo-rusa de la Facultad de Filología e Historia, en la que se graduó en 1906.
Blok fue un poeta muy prematuro, pues a los cinco años compuso sus primeros versos, y se aficionó muy temprano al teatro. En 1903, tuvo lugar su estreno literario con el ciclo Из посвящений (“De las dedicatorias”), publicado en la revista Новый путь (“Nuevo camino”).
Publica su primer libro en 1904, un año después de casarse con Liubov Mendeléyeva, hija del gran científico Dimitri Mendeléyev. Con su obra Стихи о прекрасной даме (“Poemas de la hermosa dama”) Blok inaugura su creación lírica. En este poemario el poeta compara místicamente la sabiduría divina con el alma idealizada de su mujer.
Tras este enlace matrimonial, Blok y su mujer llevan a cabo una serie de viajes por Europa. Mientras, la poesía de Blok irá adquiriendo un tono más melancólico y trágico, como en Незнакомка (“La desconocida”), de 1906, o en el ciclo de las Poesías italianas, de 1909. En ellas el poeta se presenta como una especie de profeta, identificación muy propia del simbolismo, de modo que la naturaleza, las urbes, las comunidades, y todo lo que le rodea, así como los mismos hechos, se convierten en símbolos que sólo pueden interpretarse por un poeta-profeta. La Naturaleza está constituida por símbolos y el poeta es el único intérprete, el único transductor que queda. Este pensamiento, constante a lo largo de todo el ciclo, desemboca no pocas veces en el más puro misticismo. Aquí, Blok, además de dejar patente sus influencias francesas como poeta simbolista, también se ve influenciado por el cristianismo ortodoxo.  Es el caso de poemas como Благовещение (“La Anunciación”). Las referencias a lo tenebroso y sepulcral, así como a lo macabro incluso (como en el poema “Ravena”, o en el segundo de la serie “Venecia”) también conforman un lenguaje que caracteriza este ciclo poético con ciertas reminiscencias dantescas, lo cual estrecha y refuerza la relación entre el contenido y la forma, y hace que el estilo y el tono adquieran sentido completo y autonomía. Blok, como buen simbolista, juega con todas las posibilidades de “sugerir algo”. Esta mentalidad llega al extremo en su famosa interpretación mística de la Revolución Rusa, en uno de sus más importantes escritos, Скифы (“Los escitas”). Blok demuestra ser, más que nada, un místico.
A pesar de su entusiasmo, tras la Revolución Rusa, se sentirá defraudado al comprobar que los escritores han de escribir para el Partido. Con todo, siguió escribiendo ensayos y trabajos histórico-filosóficos, y fue nombrado en 1920 miembro de la Dirección de la sección de San Petesburgo de la Unión Panrusa de Escritores. Al año siguiente, murió.

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